miércoles, 15 de diciembre de 2010

Claro que hay oportunidades, la pregunta es: ¿puedes verlas?

¿Puedes verlas? Las más grandes oportunidades no se anuncian a si mismas con trompetas y grandes reflectores. Se esconden silenciosamente, esperando por aquellos que tengan la capacidad de verlas y el compromiso de concretarlas.


Las oportunidades más valiosas de la vida son completamente invisibles para quienes buscan gratificación inmediata. Ellas esperan pacientemente por alguien que sea suficientemente perseverante y motivado como para prestarles el tiempo y la atención que se merecen.

Alguien que no se preocupa o no tiene respeto por los demás no tiene manera de conectar con las más valiosas oportunidades. Porque ellas son, en esencia, oportunidades para servir y generar valor para los demás.

Las mejores oportunidades no pueden ser reconocidas por quien demanda algo seguro ni por quien espera cosechar grandes ganancias con muy poco esfuerzo. Porque las mejores oportunidades provienen del riesgo y el esfuerzo necesarios para hacer que puedan llegar a disfrutarse.

Las más valiosas oportunidades son, a menudo, pasadas por alto porque a primera vista parecen mucho más pequeñas de lo que la mayoría de la gente esperaría. Sin embargo, son fácilmente reconocidas por aquellos que comprenden que ver una oportunidad es tan sólo el comienzo.

Las mayores oportunidades se esconden en las instancias aparentemente más insignificantes. Descúbrelas, compréndelas, aprovéchalas, y podrán elevarte hasta el infinito.

1 comentario: